Una vez dado el paso de llevar a cabo la reforma integral en nuestro domicilio, también estamos a su vez optimizando su seguridad.
La reforma integral es algo que puede conllevar un coste y tiempo elevado. A pesar de ello, una vez terminada, el confort y la serenidad de nuestra nueva casa renovada habrá merecido la pena. Por ello sigue leyendo y descubrirás cómo proteger la vivienda después de una mejora de esta categoría.
Seguro de hogar después de la reforma
Una vez terminada la reforma, después del dineral y tiempo invertido, el peligro expuesto es aún más elevado. Asegurar la vivienda es una decisión totalmente particular y personal, pero sería también muy apropiado y más aún después de realizar una reforma integral en el inmueble.
Calcular el valor de nuestro seguro de hogar tras la reforma es uno de los puntos más importantes. Debemos ser conscientes del coste que tiene nuestra casa una vez realizada la optimización de la misma y en el caso de disponer de un seguro anterior a las mejoras, ampliar sus coberturas.
Si tienes hipoteca es posible en gran medida que el banco sí te imponga un seguro a pesar de que únicamente es esencial para cubrir el riesgo contra incendio y el contenido, pero no el continente.
¿Qué es el continente y el contenido? ¿Cuál conviene asegurar tras la reforma?
Dentro de un seguro de hogar encontramos dos particularidades distintas, el continente y el contenido. Es esencial valorarlas bien, de lo contrario, podrías estar desembolsando de más, o a la inversa, estar abonando de menos por lo cual la póliza estaría incompleta.
- Continente: Es lo que compone el armazón de la casa, Incluyendo las puertas, armarios empotrados, paredes, techos, pavimentos, instalaciones, etc.
- Contenido: Las pertenencias que contiene el interior de la casa, como puede ser un televisor, un ordenador, etc.
Un punto relevante en correspondencia al seguro es que no tenemos que infravalorar nuestra hogar para abonar de menos por la prima. De esta forma, a la hora de que ocurra algún percance, nos arriesgaremos a no estar cubiertos al 100×100.
En resumen, asegurar nuestro domicilio nos proporciona la seguridad esencial en caso de que sucediera algún incidente. De esta manera, económicamente estaríamos cubiertos.
Alarma para el hogar y otros sistemas de seguridad
Un seguro para la vivienda nos facilita la despreocupación cuando el problema ya ha sucedido. Si se origina una fuga de agua o un incendio que genera estropicios en el inmueble, el seguro se responsabiliza de repararlo para que todo vuelva a la normalidad.
Es la clave después del problema
No obstante, encontramos medios de seguridad que nos posibilitan eludir, en gran medida, esta clase de catástrofes. Uno de los más relevantes son las alarmas de seguridad para hogar. Gracias a este tipo de métodos podemos obviar tanto usurpaciones como accidentes considerables en nuestra vivienda.
Estos sistemas integran muchos factores entre los que resaltan las cámaras de vigilancia. Gracias a ellas podemos ver qué sucede en nuestra vivienda y, especialmente, adoptar las medidas necesarias en el instante para prevenir inconvenientes más grandes.
A pesar de que un robo no llega a ser la peor de las tragedias. Los escapes de agua o los incendios de igual forma pueden provocar un destrozo en la vivienda. Para impedir esto encontramos detectores que se accionan al producirse alguno de estos contratiempos.
De igual forma, existen un sinfín de mecanismos que incrementan la seguridad de nuestro hogar, y todo comienza en establecer unas buenas puertas y ventanas, las cuales son ideales para el perfeccionamiento si llevamos a cabo la reforma integral.