La elección de un local comercial tiene que adaptarse a las necesidades de tu negocio: debe ser reconocible, funcional, homogéneo y tener calidad del ambiente. Además, deberás tener en cuenta factores como: dependencias necesarias, características de las instalaciones, protecciones urbanísticas, compatibilidades, evacuación de humos, ruidos y vibraciones, dimensiones de uso, seguridad y salud, escaleras, homologación de acabados y un largo etcétera.
LAS LICENCIAS
Es imprescindible tener las licencias en orden para poder llevar a cabo la reforma del local. Para ello es aconsejable contactar con profesionales que puedan garantizarnos el correcto cumplimiento de las normas, como por ejemplo un profesional de las reformas.
Es fundamental que nos informemos de los distintos documentos que son necesarios para comenzar la obra.
Esto nos evitará futuros problemas como multas por parte del ayuntamiento.
COMENZAR LA REFORMA
Ya tenemos nuestros permisos en regla. Es hora de comenzar con la reforma.
Para ello, es fundamental conocer el estado actual del local a través de planos, memorias u otros documentos que nos puedan ayudar.
La mejor solución es ponernos en manos de profesionales que nos puedan asesorar sobre el proyecto.
Esto depende mucho del tipo de negocio que se vaya a desarrollar. No es lo mismo crear un centro para impartir cursos, que un restaurante o una tienda de ropa. En función de esto, un técnico deberá medir los decibelios y calcular la forma de insonorizar correctamente el espacio para no causar molestias al vecindario o a los negocios colindantes.
DISEÑO DEL INTERIOR
Esta parte es crucial para el negocio. Debe reflejar la personalidad de la actividad que vaya a desarrollarse en él. Cuidar los detalles es muy importante para comunicar la sensación que queremos transmitir al cliente. Así damos forma a la identidad corporativa del local.
Una vez que lo tengas todo listo, no te olvides de promocionar tu negocio en las redes sociales para llegar a más gente.